Una furgoneta mal aparcada y un «kamikaze» en silla de ruedas: la escena en Gijón que viraliza un debate sobre el individualismo

M. S GIJÓN

VIRAL

Vídeo del usuario Jakota3
Vídeo del usuario Jakota3 Instagram

En los comentarios se encuentran reacciones de todo tipo, indignados con el protagonista y bromas: «Se queja, pero la maniobra que hace es de campeonato»

05 may 2024 . Actualizado a las 11:51 h.

Por ejemplos como el de un señor en silla de ruedas en Gijón, como el que compartió en su cuenta de Instagram el usuario Jartoka3, es que las normas están pensadas para cumplirlas sin individualismos y para asegurar la seguridad de todos los ciudadanos, motorizados o no. Su autor lo titula: «Todo mal, nada bien».

Ocurrió en un aparcamiento de la calle Dionisio Fernández-Nespral Aza hacia El Museo del Ferrocarril, en una esquina donde una furgoneta de grandes dimensiones se sale unos centímetros de la línea blanca que marca el límite del espacio de estacionamiento. Un hombre de avanzada edad, respetando en un principio las normas viales, quiere cruzar de una calle a otra por un lugar donde hay habilitado un paso de cebra, pero no hay espacio.

 
 
 
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En el vídeo, el narrador ofrece ayuda al hombre que, sin embargo, desiste en su intento y da media vuelta con resignación para llegar a su destino pero por otro camino. Sin embargo en este desvío de planes, es él quien se salta normas y semáforos, hace la calle suya a la vez que dice: «A mi me tienen que dar paso aunque venga un coche». Así que emprende su camino por la carretera, porque no le quedaban muchas más alternativas.

Todo esto ocurre mientras el cámara comenta: «Cuando aparcas mal no piensas en ningún tipo de inconveniente, cuando crees que no molestas a nadie, ¡pum!. El de la furgo si ve esto se muere de vergüenza». En ese momento vuelve a dirigir el foco al protagonista, que parece que después de lo sucedido se toma la justicia por su mano e ignora un paso de peatones con vado, en los subtítulos del vídeo se lee: «¿Por qué no subió por ahí? Está enfadado». Sigue invadiendo la carretera con su silla a motor y poco le importa el semáforo en rojo para peatones —normas a las que tiene que acogerse—. 

Decide que todos los caminos le van a llevar a Roma, si no es por un sitio es por otro, pero si unos no respetan las normas, él no va a respetar las señales. Así que, muy arriesgadamente, pasa en rojo el semáforo mientras pasan motos y coches pitando. Ante este hecho, el cámara comenta: «Este era un rockero de los buenos».

En los comentarios se encuentra de todo, un usuario escribe: «Se queja, pero la maniobra kamikaze que hace él es de campeonato». Otros señalan que la furgoneta, a pesar de estar sobrepasando la línea no intercede en el paso de peatones, que está mal puesto de obra. Ante todo, el autor de la publicación especifica al principio del vídeo que no justifica el final de este.

La moraleja que se puede sacar de esto es que las calles son para nosotros pero no son nuestras y que las normas, a pesar de ser difíciles de comprender a veces, están para prevenir y consolidar una vida en sociedad viable para todos. Si cada persona, por dificultades que tenga, toma el «ojo por ojo» como ley, estaríamos todos tuertos.